lunes, 29 de diciembre de 2008

ADIOS 2008












Culmina el año y ante el nuevo año nos aguardan grandes retos. Puerto Rico necesita realizar cambios profundos para poder superar las crisis que en tantos órdenes nos afecta. Un reto fundamental es la necesidad de que cada puertorriqueño vea a Puerto Rico como su responsabilidad propia. No podemos seguir echándole la culpa a elementos externos a nosotros porque de esa manera le damos poder y nos restamos poder a nosotros, al delegar la responsabilidad. Si del cielo nos caen limones vamos a hacer limonada.
Esa responsabilidad incluye la crianza. Cuando uno lee el libro Soberanías Exitosas, de Angel Collado Schwarz, descubre que los países que analiza el libro y que comparan con Puerto Rico en distintos aspectos, están en mucha mejor condición económica que nosotros. Dos de las razones que explican este desarrollo son:la calidad de la educación y el deseo de progresar y no depender.
Nosotros, como padres no debemos esperar a que el gobierno tome acción para elevar los estándares de la educación. Tenemos que comenzar nosotros. Una forma de hacerlo es rechazar el modelo educativo de salud mental, que convierte a nuestros salones de clases en clínicas para el manejo de las emociones de los estudiantes y la recurrencia a la coerción física, psicológica o química, para someterlos a la obediencia. Hay que exigir que el modelo educativo se enfoque en desarrollar y estimular la inteligencia de los niños. No en embotar su inteligencia y arruinar su autoestima, endilgándoles una enfermedad psiquiátrica para la cual no existe prueba confiable alguna.
El referirse a una condición neurobiológica que supuestamente padece su hijo o hija, sin la posibilidad de que medie prueba orgánica objetiva alguna para demostrar que hay una anormalidad o un desorden auténtico, es aceptar por fe un dogma falso que va a dañar, quizás permanentemente a ese niño o niña, cuya única defensa, son sus padres y que va a lucrar al fabricante del veneno que pasa por “medicamento” y al psiquiatra que seguramente despacha al “paciente” en quince minutos, con una receta que pudiera inducir al suicidio.
Hay padres que caen en la trampa por la presión que reciben de la escuela y porque el niño se “ablanda” cuando está drogado y puede que reciba mejores notas porque “atiende” a la clase y hace sus asignaciones. La verdad es que ese “enfoque” es un trastorno químico que obliga al niño a atender indiscriminadamente, aunque la persona a la que presta atención, cualquier persona no drogada pudiera considerar aburrida hasta la saciedad. Además, si el niño ya no fastidia porque está drogado se piensa que sí había algo mal con su cerebro. A esto se le conoce como un dignóstico invertido. Se sabe que un niño no tiene que tener una etiqueta psiquiátrica para sufrir los mismos efectos que sufre un niño etiquetado con ADHD al tomar drogas psiquiátricas. Si usas cocaína o heroína vas a sufrir los efectos de esa droga. Si le das a un niño Ritalin o cualquier otro estimulante, vas a causarle efectos similares a los que causa la cocaína, esté diagnosticado o no con ADHD. Y se ha demostrado que si se droga a un chimpancé con drogas psiquiátricas los efectos son idénticos. Y es que el comportamiento, malo o bueno no es y nunca ha sido una enfermedad. Por lo tanto el modelo pseudomédico de salud mental no pinta nada aquí que pueda beneficiar a tu hijo. Todo lo contrario.

Lo cierto es que el tren de vida que vivimos lastima la calidad del tiempo que se le dedica a los hijos. El televisor funge de niñera y la droga psiquiátrica de chupete. Madres criando solas a niños, trabajando, a veces con hijos problemáticos que requieren más tiempo y paciencia del que reciben. Problemas económicos, inestabilidad e inconsistencia de adultos en el entorno del niño. Y el niño paga los platos rotos porque la industria farmacéutica sabe que los niños son un mercado bien lucrativo y fácil de manipular, pues no se pueden defender. Y sus “pushers”, los psiquiatras, expertos en inducir daño cerebral, no tienen problemas morales a la hora de drogar a tu hijo y hacer fortuna con la desgracia que van regando.






Otro aspecto muy triste es el apoyo que el resto de la comunidad médica, le ha dado a este fraude. Y la falta de análisis de los medios.
Los otros días vi una serie de juguetes que promovía una página de internet, para niños con “ADHD”. Es absurdo porque eran juguetes que podían gustarle a cualquier niño.
Este AÑO NUEVO comencémoslo con la resolución de asumir las riendas del destino de nuestro país. Defendiendo a nuestro hijos del daño que representa llevarlo a que lo evalúe un supuesto experto. Comencemos el año con la certeza de ser los padres los verdaderos expertos de nuestros hijos. De eso puede depender la vida de los niños de Puerto Rico y el futuro que por ellos aguarda. Ese futuro lo podrán crear nuestros hijos con determinación, confianza y entusiasmo, si contribuimos a un desarrollo pleno y sano tanto de ellos como de Puerto Rico.




Tenemos que romper con la dependencia como país y pensar que podemos ampliar las fronteras de Puerto Rico, abriéndonos al mundo. La lectura de Soberanías Exitosas considero es un buen lugar desde donde comenzar a crear puentes de avenencia, en aras de de impulsar una toma de conciencia colectiva, asumir el protagonismo de nuestro porvenir, con un guión escrito por nosotros. El libro es una colección de transcripciones del programa La Voz del Centro, que se transmite los domingos en la noche por WKAQ A.M. Además cuenta con escritos adicionales que enriquecen el debate del status de Puerto Rico. Recomiendo la lectura de este libro con carácter de deber patriótico o existencial, como quieran llamarlo. Pero léanlo. Y vean por qué lo incluyo en este blog.

Nuestros hijos dependen de que rompamos con la dependencia, no importa en que creas en términos políticos.
Y el día de Reyes, el mejor regalo que se le puede hacer a niños maltratados por una sociedad que los manda a drogar por enfermedades fraudulentas, es quitarlos de esas drogas dañinas con supervisión médica profesional ( por ejemplo: Centro Médico Adaptógeno), llevarlos a tomar tutorías (por ejemplo: Eduquemos para la Vida (787)621-6166), para manejar exitosamente problemas de aprendizaje. En fin, regálale a tu HIJO EL STATUS DE NORMALIDAD QUE SIEMPRE TUVO DESDE EL PRINCIPIO. Y REGALELE A SUS SERES QUERIDOS Y REGALESE EL LIBRO SOBERANIAS EXITOSAS. DE ESTA FORMA YA COMENZAMOS A APORTAR PARA ACERCAR A PUERTO RICO A UN DESTINO DE FELICIDAD Y PROSPERIDAD.


¡FELIZ AÑO NUEVO A TODOS!

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